
Desde el punto de vista del turista, del viajero empedernido, de aquel al que le gusta hacer una escapadita de fin de semana de vez en cuando, o de aquel al que le gusta recorrer el mundo, todos sabemos de la importancia que tiene sentirnos como en casa al llegar a nuestro destino. Tenemos claro que queremos tener a nuestro alcance algunos detalles básicos que hagan nuestra estancia en ese hotel un poquito más agradable.
Cuando llegamos a nuestro destino y “desembarcamos” en la habitación del hotel, del apartamento o de la casa rural, observamos cada uno de sus rincones. Nos encanta ver los detalles, tirarnos a la cama, abrir los armarios y llegar al baño y encontrar esos pequeños grandes productos que son para nosotros. Sí, reconozcámoslo. Eso lo hacemos o lo hemos hecho todos alguna que otra vez. Sucede que siempre es agradable ver esos pequeños detalles, distintos en cada lugar al que vamos, que nos hace sentir como que hemos recibido un regalo.
Desde gel y champú hasta cremas corporales, zapatillas o cepillos de dientes. Distintas marcas, distintas calidades, distintos olores o texturas. Los amenities para hoteles crean en el huésped una sensación de lo más positiva. Y si sos hotelero, tenes cabañas o alquilas apartamentos, sabrás de lo que hablamos.
Y es que esta inversión tiene un retorno muy positivo en valoraciones de clientes, satisfacción, regreso, sensación de vínculo con la marca. Por supuesto que no tiene retorno económico directo, pero como ya sabrás si eres profesional, esto no es siempre lo más importante. La satisfacción del cliente cuando “sale por la puerta” es el mayor de los éxitos para un hotelero y los amenities para hoteles son productos sencillos pero cuidados, que pueden hacer la diferencia.